Tal vez acabes de redescubrir todos tus CD guardados en el sótano o pases los fines de semana buscando joyas entre los álbumes de la tienda de discos local. Cuantos más formatos de audio tengas, más difícil será encontrar una forma de reproducirlos todos. Quizá tengas un reproductor de CD polvoriento en tu habitación, un tocadiscos en el salón y un altavoz Bluetooth® inteligente en la cocina para reproducir tus temas favoritos del día a día.
Los discos de vinilo, las cintas de cassette e incluso las cintas de 8 pistas son grabaciones analógicas, mientras que los CD, los MP3 y cualquier canción que reproduzcas desde el ordenador o un servicio de música son digitales. Pero, ¿qué significa esto realmente y cómo afecta a tu capacidad para disfrutar de la música?
Sin entrar en demasiados detalles técnicos, la diferencia entre los formatos analógicos y digitales radica en cómo se graban, traducen y almacenan las señales de audio. En las grabaciones analógicas, las ondas sonoras se transfieren a una cinta magnética en su forma analógica original. Con la tecnología digital, las ondas analógicas se convierten en código binario (unos y ceros) que se almacena en un disco duro, un CD u otro dispositivo.
Cuando se reproduce un disco de vinilo, las ondas sonoras no tienen que traducirse a partir de números binarios. Se reproducen tal y como se grabaron, por lo que el sonido que se escucha sería una representación más fiel de lo que se grabó. Pero también tienen sus desventajas. Las grabaciones de vinilo, por ejemplo, pueden emitir chasquidos, crujidos y silbidos al reproducirlas, ya que el soporte físico suele dañarse y degradarse con el tiempo. La cinta magnética también puede estropearse con el paso de los años.
Las grabaciones digitales suelen ser más limpias y se mantienen así durante más tiempo. De hecho, podrían durar para siempre si se consumen a través de un servicio de streaming o se almacenan en un dispositivo. Además, la música digital es mucho más fácil de organizar y mantener, y es idónea para una sociedad experta en tecnologías móviles.
A medida que la música digital se ha ido imponiendo en las dos últimas décadas, las colecciones analógicas ha quedado relegadas en gran medida a desvanes, trasteros o incluso la basura. Sin embargo, con el Bose Music Amplifier, puedes volver a reunirlos todos en una familia feliz.
El amplificador puede procesar formatos analógicos y digitales por igual. Sus entradas RCA permiten conectar dispositivos externos como tocadiscos*, reproductores de CD y pletinas de cassette, mientras que sus capacidades Wi-Fi® pueden conectarse a tu biblioteca de música en la nube, plataformas de streaming y emisoras de radio online. Asimismo, al igual que con otros altavoces inteligentes con Wi-Fi de Bose, controla tu música desde un dispositivo móvil a través de una conexión Bluetooth mediante la aplicación Bose Music, Apple Airplay, Chromecast o Spotify Connect. Lo mismo se aplica a una tablet o un ordenador. El Bose Music Amplifier también dispone de un puerto Ethernet para conectarte por cable a la red doméstica, si lo prefieres, y una entrada óptica.
El Bose Music Amplifier admite dos pares de altavoces pasivos, incluidos altavoces de suelo independientes, altavoces para estantería o de sobremesa, altavoces instalados en el techo o en la pared, como los altavoces de techo Virtually Invisible® 791 II, o altavoces para exteriores como los altavoces para exteriores 251®. Los altavoces con alimentación tienen sus propios amplificadores integrados y, por lo tanto, no necesitan un amplificador aparte. Básicamente, si los altavoces no tienen que enchufarse a una toma de corriente, entonces necesitan un amplificador para alimentarlos.
El Bose Music Amplifier también te permite personalizar aún más la experiencia de escucha mediante dos controles de ecualización de audio. Con la aplicación Bose Music, puedes ajustar los graves y agudos según tus preferencias personales o el tipo de música, ya sean las melodías emotivas de un cantautor en acústico o los ritmos machacones que te trajiste de Ibiza.
Así que saca esas cajas de CD del trastero, busca una copia de ese vinilo que nunca pensante que encontrarías y crea tu lista de reproducción definitiva en un servicio de streaming. El Bose Music Amplifier puede combinar toda tu música para que no tengas que volver a elegir entre sonido analógico y digital.